Recordando Archidona desde los años 70 en adelante

En cualquier momento se puede recibir una buena o mala noticia, a eso estamos expuestos cada día.
Pero la que recibido yo hace muy poco, la cual me ha dejado helado, ha sido que ha fallecido, en Málaga, uno de mis mejores amigos, de los de verdad: Miguel Garrido Herrera, a quien tanto aprecio le tenía desde hace muchos años, ya que Miguel (archidonés como el que más), estuvo de aprendiz en la Peluquería, muy conocida en la localidad, de Inocencio.

Fueron unos años de convivencia extraordinaria y más tarde se marchó con su familia a la Capital. Tras la mili comenzó su andadura en el difícil arte de la peluquería, donde tuvo mucho éxito, porque Miguel valía un montón. Prueba de ello es que antes de tener negocio propio en mñas de un sitio, con gran aceptación estuvo en la peluquería del Hotel Málaga Palacio, que por cierto me dijo: “ven por aquí, que te voy a enseñar este gran hotel”, y así fue.

Sus atenciones para mí, siempre fueron de lo mejor.

Más adelante, se integró en la Asociación Provincial de Peluqueros, donde ocupó importantes cargos y donde organizaban cursillos y actuaciones de los mejores peluqueros de toda España, los cuales, recuerdo, los del Palacio de Congresos y Exposiciones de Málaga, del de Torremolinos y otros sitios de gran prestigio. A todos ellos nos invitaba Miguel, a mi padre (q.e.p.d.) ya mí, y por cierto a mi hermana Dulcenombre (q.e.p.d.) también peluquera como es lógico. Lo pasábamos bien porque en dichos acontecimientos se veían verdaderos trabajos que nos servían para saber más de la profesión, y como digo, todo eran atenciones a raudales de nuestro querido Miguel.

Cuando podía solía venir el Viernes Santo a su Pueblo a ver la procesión del Dulce Nombre, del que me consta era gran devoto, igual que de la Virgen de Gracia donde también venía a visitarla.

Con el paso de los años le llegó, como a todos, la jubilación y pasaba sus tiempos libres leyendo, escribiendo y también como mucho acierto ponía casi todos los días un chiste en este foro de “Archinoticias” porque Miguel siempre tenía un gran humor y ganas de reirse sanamente.

También recuerdo, como no podía ser de otra manera, el día que vino de Málaga a la presentación, en el “Instituto Luis Barahona de Soto”, del libro “El Crimen de Archidona” del que uno de sus ejemplares me dedicó y conservaré siempre por el detallazo, como muchos que tuvo conmigo.

No podía coger otro espacio mejor que este para expresar mi más sentida pérdida de uno de mis mejores amigos a quien siempre recordaré.

Mi más sentida condolencia a su esposa, hijo, hermano Pepe y demás familia por tan erreparable pérdida.

Que nuestros Sagrados Titulares le tengan acogido en su Seno y goze de la vida eterna.

Un abrazo, como siempre, desde aquí hasta que nos veamos allí, de tu incondicional Juan Apóstol.

Texto publicado en abril de 2015.