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Anécdotas IES Luis Barahona de Soto

  • Eso no es así

La otra anécdota es de dos años después: cuarto de Bachillerato Laboral (creo que el curso era 1967-1968). La clase era la que unía los dos edificios, el femenino y el masculino. Por primera vez en el instituto, las clases eran mixtas. Al aula se entraba por dos lugares: uno, saliendo de la clase de dibujo a la derecha ascendiendo por las escaleras de caracol; la otra, entrando por el instituto femenino, subiendo las escaleras al final del pasillo y enfrente. Era el aula que unía los dos centros y (“casa con dos puertas…”) más tarde tuvieron que cerrar una de las entradas porque durante algunas clases los alumnos entraban por una y se salían por la otra.
La asignatura era Química y el profesor creo que don Joaquín. Entraba y salía de clase excesivamente serio y triste: sus explicaciones, miradas, su hablar, sus saludos… Nosotros sabíamos que había enviudado aquel verano, y corría la voz de que tenía una hija pequeña. Todo esto hacía que no quisiéramos portarnos demasiado mal con él. Nos preocupaba su seriedad y también su tristeza. Casi todos teníamos un sentimiento de solidaridad con su dolor que, para lo jóvenes que éramos, es de admirar. (A veces creemos que los adolescentes no están para estas cosas y no es así).
Un día, el profesor llamó a un alumno a la pizarra para preguntarle la lección de forma oral. Para el resto de compañeros representaba, por un lado, una liberación porque al menos no te había tocado a ti; y por otro, asistíamos a una pequeña representación teatral atentos a ver lo que iba a suceder. Estábamos pendientes del acto cuando don Joaquín le hizo una pregunta al alumno. Éste explicó lo que sabía y el profesor le rectificó:
- Eso no es así.
Nuestro compañero (que para nosotros era el más divertido del curso) le respondió:
- Eso sí es así.
Con lo que, por fin, don Joaquín no tuvo más remedio que ponerse a reír, cosa que a todos nos alegró enormemente.

 

 

 

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