Libros |
[Inicio] | [Foro] | [Anuncios] | [Libros] | [Encuestas] | [Zona privada] |
Listado de libros > Relatos Cortos | Índice de este libro | Instrucciones | Redactar Relatos Cortos
Siento que me estoy debilitando, estoy perdiendo visión y comienza algo que no creí que sucedería. Empiezo a quererme, a valorarme, a respetarme.
Imágenes rápidas pasan delante de mis ojos, son fogonazos de luz. Niños, mis hermanos, mi padre. De nuevo el mar, las olas acarician mis pies. El viento acerca un barco a la orilla, lentamente. Vienen en él mucha gente. Agito la mano para que me vean, quiero subir al barco con ellos pero no quieren. Todos me sonríen. El vaivén de las olas va desplazando el barco, a veces se aleja y otras se acerca. Miro a mi padre que me está llamando, pero aunque esté nadando para acercarme no puedo llegar. Lucho contra las olas que cada vez se están volviendo cada vez más intensas. Mis brazos cansados se agotan de luchar contra la tempestad que ha comenzado. El agua azota mi cara y mis ojos quieren cerrarse, pero no puedo. El barco se está alejando y siento que el agua me arrastra hacia la playa. Estoy inerte sobre la arena, pero sigo pensando. Quiero volar pero me faltan fuerzas en las alas. En el horizonte hay una explosión de color, colores desconocidos, luminosos, insospechados. Mi respiración es muy lenta, aspiro el aire con ansiedad e intento acercarme de nuevo a la orilla, pero cada vez está más lejos. Busco a alguien para que me ayude, pero de nuevo la soledad es mi compañera . Hasta el último momento me va a acompañar. Trato de incorporarme pero una gran ola me arrastra hacia dentro del mar; me sacude. Una gran espiral comienza a aspirarme. La espuma me va creando un lecho marino, pero no termino de aceptar el espacio y lucho por subir a la superficie. Apenas puedo. Por la arena aparece un perro pequeño, blanco. De nuevo la ola me devuelve a la orilla. Siento como ese animal me lame la cara, me da consuelo y cariño. De nuevo comienzo a sentir el apego de la vida, mi deseo de seguir viviendo se está haciendo grande. Mi cuerpo y mi mente se están debilitando, pero sigo viva. La muerte se está haciendo esperar. Su tardanza se prolonga. Hay algo que no me deja marchar. La lucha eterna conmigo misma está actuando hasta en este último momento. Siento como me mueven y un sonido lejano de una sirena me traslada. Luces blancas a mi alrededor centellean sin parar. Siento el vaivén de mi cuerpo. Ya no estoy en la arena, ni tampoco en el mar. Estoy flotando en el aire, estoy ascendiendo lentamente, mi cuerpo no pesa, pero sin embargo mi mente sigue pensando. Estoy en una dimensión distinta que no conozco ni puedo dominar. He perdido el miedo, solo tengo curiosidad.No sé si esto es muerte o vida. Si es presente o eternidad. De nuevo quiero volar, pero las alas me fallan. Pero una mano dulce me eleva. Abro lentamente los ojos y veo la cara de mi hija que me sonríe y me acaricia. Sus hermoso pelo está rozando mi cara . Sus ojos llorosos están sufriendo por mí. Me susurra tenuamente:" Te quiero mamá". Me abandono en este amor y en el que yo siento por mi misma. Me quiero. Me he reconciliado conmigo. Lentamente de nuevo aparece el arrullo de espuma, me va absorviendo. Yo me llevo llevar sin oponer resistencia. Sé que me voy, que estoy entrando en otra dimensión donde nadie me va a juzgar ni yo seré juez de mi misma.Me voy rodeada del cariño de mi hija. Quisiera transmitirle como he logrado estar en paz. Cada vez me alejo más. El caballo blanco de alas negras va desapareciendo para siempre. Se pierde también en la eternidad, en su eternidad. Porque yo viajo en libertad. Por fin puedo volar en el arrullo de espuma, soy libre. Me desprendo de todo lo mezquino y entro en la armonía del universo. Formo parte de él Siento un gran amor por mi misma. Después silencio. |
© 1994-2015 Archinoticias |